FLIA

FLIA

CANTO A LA PAZ, ENTRE RÍOS


REMOZADA DE RÍO, CANTÁNDOLE A LA VIDA,
AIROSA EN EL BARRANCO ILUMINADA,
COSTERA, LUCHADORA ESPERANZADA,
SE ALZA LA PAZ ¡QUERENCIA BENDECIDA!

VOLANDERA DEL ALMA, REGAZO DE ARROYUELO,
PUESTERA DE MI NORTE, VENTUROSA,
HE VUELTO POR ANDAR SENDAS DICHOSAS
RAMA DE ENSUEÑO EN TU TIMBÓ PLAYERO.

NO ME CULPES LA AUSENCIA ¡ESTOY CONTIGO!
HERMANADO DE FE CON MIS AMIGOS
MI PUENTE NARANJERO, MIS ISLAS, MI PESQUERO
UN LEJANO MILAGRO DE CENCERROS
HUMILDES MUSIQUEROS, BAJADA DE LA CRUZ
Y EL LUCERO PACEÑO HIRIENDO EL CABAYÚ.

RECUERDOS DE LA INFANCIA, CON CIELO DE PALOMAS,
FLUYENTE MANANTIAL DE LO ENTRERRIANO,
LA PAZ, EN EL ABRAZO DEL HERMANO,
MI BANDERA DE AMOR SOBRE LAS LOMAS.

VOLANDERA DEL ALMA, LA PAZ DE MIS AMORES,
PUESTERA DE MI NORTE VENTUROSA,
POR DULCE, POR ETERNA, POR HERMOSA,
EN UN MUNDO DE PAZ ¡SERÁ TU NOMBRE.!

NO ME CULPES LA AUSENCIA ¡ESTOY CONTIGO!
ESENCIA DE TU TIERRA, ¡SOY TU HIJO!,
¡UN FIEL LECHIGUANERO, ENTRERRIANO Y PACEÑO!
BAQUIANO DE LAS MIELES DE MI PUEBLO
¡DEVUÉLVEME EL GURÍ! AQUEL LLENO DE LUZ
QUE SE PERDIÓ SOÑANDO ¡COSTEANDO EL CABAYÚ!

DEVUÉLVEME EL GURÍ, AQUEL LLENO DE LUZ,
QUE SE PERDIÓ SOÑANDO COSTEANDO EL CABAYÚ.

LINARES CARDOZO

Vocabulario:

"Cabayú": Arroyo del Norte entrerriano que desemboca en el río Paraná y divide la ciudad de La Paz

"Timbó": Árbol regional muy típico del litoral, especie de acacia, cuyas semillas envainadas son conocidas popularmente como "orejas de negro"

Buscando la libertad


Buscando la libertad

Una idea virgen que se desenvuelve de mí, está cerca de ser aceptada. Y en el universo de la subjetividad, es invisible dentro del común denominador materializado en la sociedad. Es una realidad intangible naciendo, e intuitivamente guarda relación con la fuerza global motora. La inocencia de esta idea es verosímil por naturaleza, sin estar sujeta a una conciencia que la justifique. Es un esplendor que se va truncando al unirse a las ideas de otros seres. ¿Hay otros seres?
Es un destello libre, es un inicio, una ráfaga. Tiene todo comprado y no se vale de nada para existir. Se puede domesticar y así perdería su autenticidad. Es un cristal de luz que puede tornarse y pasear por distintos colores. Solamente un inacabado ser podría modelarla y cargarla de sentido explícito. Hacerla rimar con los jardines y los castillos. Pero su inmaculada concepción se agotaría cuando golpee la puerta frontal un verdugo, o cuando un ángel te insinúe su inquietud, dotada de más inocencia y aún más virgen. En el complemento verás el orgullo y este sería un puntapié para adornar con el “rimel” tus pestañas. La profundidad de tus ojos quizás digan otra cosa y estén albergando a una idea niña que se mostró valiente y admirada por tus manos empeñadas en ir puliendo una idea madre. Así es que su brillo tiene sin lugar a dudas una fuerza única. Antes era libre, ahora es más libre.


                                                   Juan Manitta 

Crear sin importar




La ausencia genera un vacío insatisfactorio digno del pensamiento más antiguo, del de las razas ancestrales, superiores. Considerar el tiempo un valor calculado, luego sentirlo desperdiciado. Crear lazos internos, buscar atajos atractivos, preguntarse a sí mismo y al mundo conocido. ¿Qué puedo hacer de bueno para darle color a mi entorno? No ocupa espacio alguno la opción "Nada, pues no es necesario", fue abolida hace un tiempo largo. Lo efímero se desvanece en el aire no así tus manos pintadas. Debemos rugir como fieras salvajes descansadas sobre algodón entonces, y preguntarnos sin requisas condenatorias. ¿Puedo cantar? Pues sí. Tal vez. Calcular galaxias distantes entre materiales poco convencionales, animarse a cobijar un estilo nuevo, suspirar tambores y cal y arena. Escribir y criticar con amplia gama de equivocación. Beber infusión mucha del palosanto y perderse en cuestiones diversas sin desorientar la primera cuestión. La ausencia. ¿De qué? De creación. Sin tapujos innecesarios, valer como cuenta esta idea. Invertir el segundo en el que se apagan los incendios, y que se propague prendiéndolo todo. Leer hostias, enseñar algo, bailar alguien. Comprender un instrumento, muchos alrededor suyo son superiores y vaya si te han hecho emocionar. Has ejercitado un nuevo músculo, la esperanza tiene muchos colores, algunos de ellos te invitan a esperar el próximo agasajo aculturado. La musculatura de la inspiración, decía, y ahí viene, ya lo tienes, lo abrazaste con longitud de guerrero. Tal vez se escape, algunas horas pasan lerdas. No importa. Intentaste.

Cimarrón #7

Don José en Cimarrón