FLIA

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Leyenda del Viento Zonda


Aún cuando el departamento de Rivadavia no tenía sus límites definitivos, la comunidad sanjuanina se trasladaba hacia la Quebrada de Zonda para admirar su bello paisaje y realizar actividades recreativas.

Por esta hermosa quebrada ingresa el viento Zonda. Este viento se origina en el Océano Pacífico por masas de aires húmedas y frías que al ascender por la Cordillera de los Andes descarga su humedad en forma de precipitaciones (lluvia o nieve) y se transforma en un viento seco y caliente al descender de la montaña, ingresando al oasis sanjuanino en fuertes ráfagas de hasta 100 kilómetros por hora.
De la quebrada surge una leyenda poco conocida que comienza así.
 Cuentan que hace muchos años había una mujer muy pobre que tenía un solo hijo y vivía de lo que le dejaba la venta de cocho.
Ella se sentaba todas las tardes a moler las flores del maíz tostado en el mortero para hacer cocho; su hijo todas las noches se lo robaba para comérselo y lo que le sobraba lo tiraba para que su madre no se diera cuenta. La pobre mujer lo retaba, pero el muchacho no entendía que aquella harina que el comía por gula su madre la cambiaba por azúcar, yerba o harina. Una mañana antes de salir al mercado, el hijo le robó parte del cocho, con tan mala suerte que derramó el resto en el piso de tierra del rancho. Su madre, cansada de las travesuras de su niño, lo maldijo diciéndole: “siquiera viniera Mandinga y te llevara lejos así no te veo más para que me dejes trabajar y ganarme la vida tranquila”. Enseguida se levantó un fuerte y caliente ventarrón que levantó al muchacho por los aires, llevándolo para el lado del cerro. Su madre, arrepentida de lo que había dicho, salió corriendo detrás del viento gritándole que lo dejara, hasta que perdió de vista a su hijo. Entonces siguió buscándolo para el lado de los montes un largo rato, rogándole a Dios que le devolviera al muchacho vivo o muerto. Así llegó a la Quebrada de Zonda donde vio al cuerpo del chico pegado en la pared del cerro, mientras que poco a poco se iba transformando en piedra.
Cuentan que desde ese día nació el viento Zonda en la quebrada, y también dicen que todas las tardes a la misma hora en que la madre lo maldijo a su hijo, empieza a zondear.

2 comentarios:

  1. Soy docente mendocina.
    Hay varias leyendas del viento Zonda. Yo les doy a mis alumnos la siguiente:

    La leyenda del Zonda

    Cuentan los viejos sabios que había un indio que era el más fuerte y ágil de su tribu, que trepaba fácilmente los cerros con sus piernas musculosas y cazaba sus presas saltando y disparando sus flechas con asombrosa puntería.

    Los dioses le habían proporcionado un gran físico, y todo esto hacía que Gilanco, tal era su hombre, fuera muy admirado y seguido por todos.
    Sólo para distraerse, Gilanco, trepaba las montañas de la cordillera hasta sus cumbres más altas, y en su camino arrasaba con cuanto animal cruzaba, hasta sus crías mataba. Corría como el viento destruyendo todo. 

    Yastay, la máxima divinidad, se enojaba porque Gilanco no mataba para comer ni para vestirse, mataba por pura diversión.

    Un día se tendió a dormir la siesta, no sin antes haber exterminado a una familia de guanacos, y fue entonces cuando escucho unos suaves pasos...
    - ¿Quien interrumpe mi siesta? - grito muy irritado. No hubo respuesta. Luego escucho un ruido brusco y seco.
    - ¡Yastay!... – murmuró Gilanco, mientras reconocía al dios.

    El soberbio, el cruel que mataba por placer, tembló como una hoja al viento.

    Frente a él estaba Yastay quien lo miró duramente con su rostro de dios.

    Gilanco estaba lleno de miedo y quedó paralizado. Sabía que Yastay era implacable cuando castigaba.

    Yastay dijo:
    - Gilanco, escucha atentamente porque sólo una vez hablaré. Pachamama no aprueba lo que hacés, está muy dolida y enojada. Utiliza tu habilidad para el bien y no para asesinar o, recibirás un gran castigo. – Luego Yastay desapareció.

    Gilanco se asusto, pero no por mucho tiempo, pues pronto volvió a hacer de las suyas y con más crueldad.

    No había transcurrido mucho tiempo cuando Pachamama, la Madre Tierra, se le apareció.

    Una voz tronó en toda la montaña.
    -¿Dónde estas?- gritaba desesperado Gilanco, mientras buscaba la voz que lo hacía temblar.

    Pero no podía verla porque nubarrones de polvo arenoso se habían levantado como desde las entrañas de la tierra.

    Y Pachamama dijo:
    -Gilanco, has tenido tu oportunidad y la has desaprovechado. Aquellos que hagan lo mismo que tú recibirán el mismo castigo.

    Y el polvo empezó a levantarse de los suelos mientras las criaturas y los habitantes buscaban refugio aterrorizados.

    De pronto se formó un remolino que atrapó a Gilanco y comenzó a elevarlo hacia los cielos.

    Luego el viento caliente comenzó a alejarse atravesando las distancias y llevando su mensaje:
    -No se debe ir contra Pachamama, aquellos que lo hagan terminarán envueltos en un remolino originado por su propia maldad y se levantará un viento que arrasará con todo lo que haya sobre la Tierra.

    Dicen que , desde entonces, sopla el viento Zonda por nuestros valles andinos con voz casi humana. ------------------------------------

    Un saludo menduco. ( mendocino ) .

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  2. me pone muy contento que hayas compartido tu versión de la Leyenda Zonda. Se me ocurría que nadie jamás había leído algo de este espacio. Gracias y ojalá podamos rumbiar pa Mendoza!!

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