Hace tres años encontré tirado en el suelo, arrugado y pisoteado, este relato ficcional. En un edificio que ya no sirve de facultad, aunque puede que esté mintiendo, y lo haya encontrado en alguna vereda próxima. Siempre me pregunté quién habría escrito esta simpática historia, pero no llegué a grandes conclusiones. Habiéndolo encontrado, Cimarrón lo comparte con usted.
Relatos de un salchichón primavera (Anónimo)
Bueno, al fin, llegaron las 20 hs, había pasado otro día viendo cómo a mis amigos y a mis peores enemigos los mataba el cruel de Juan, por unas monedas.
Me estaba por acostar a dormir cuando escucho una voz que me llama, era palito, me avisaba que había boxeo por la noche, quería que me anote, decía que si ganaba me iba a llevar un buen billete. Le dije que no necesitaba dinero, sólo una lima. Me miró, se le transformó la cara, y me preguntó si pensaba escaparme. Asistí con la mirada, y le expliqué que estaba cansado de tanta muerte, y que sentía que el próximo podía ser yo.
Palitó aceptó, me conseguiría la lima si ganaba.
En mi primer pelea noqueo a mi contrincante en el 1º round, era un queso... Fueron pasando las peleas hasta que llegué a la final, que fue la pelea más dura que tuve, era re polenta este, pero le pegué un cross izquierdo seguido por un gancho al mentón. Nunca se levantó.
Diez segundos pasaron hasta que se metieron todos al ring a levantarme en hombros. Besé a mi novia, Mortadelita, o Lita como yo le decía... y luego no paré de recibir elogios. Después de los festejos todos a dormir, menos yo, era la gran noche, debía huir.
Agarré la lima y me encaminé hacia la salida. Estaba por terminar de cortar el segundo barrote cuando se escuchó:
- ¿Cómo llegó esto acá?
Y una mano me tomó de la espalda, era Juan que me llevaba a la heladera. Perdí en ese momento toda oportunidad de libertad, ni el salame de tito me pudo sacar una sonrisa.
Pasaban las horas y no venía ni un cliente, aburridísimo. A las 11:30 hs se escuchó abrirse la puerta, entró un hombre flaco, alto, colorado y de bigotes largos. Compró de todo y cuando se estaba yendo, se frenó, volvió hacia el mostrador y pidió 200 gr. de salchichón primavera...
Ahora son las 13:30 y me mudé al estómago de este hombre, gracias a dios que no masticó bien, sino hubiera dolido más.
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